4 de julio de 2008

Los machos beta en las colas de las filas

Siempre nos han tratado de vender un concepto muy diferente, las constituciones y los manuales de convivencia señalan que “El bien común prima sobre el bien particular”, en pocas palabras… Primero los demás y luego yo. ¿Qué tan cierto puede ser esto?

La gran mentira la podrás descubrir a pocos pasos de la puerta de tu casa, ya sea en un restaurante, supermercado, universidad, en el bus, o tal vez en un banco. ¿Un Banco?

Pues si, ayer este tema reboso la copa y decidí escribir la ultima situación en la que he comprobado que las personas solo pensamos primero en nosotras mismas y después, poco o nada en los demás.

El escenario es muy común, la cola interminable de una fila, en este caso, la de un banco. Me encontraba a doce personas de llegar a la ventanilla para ser atendido, todos saben lo atenuante que es esta situación donde no puedes sentarte, hablar por celular o cualquier otra cosa más que mirar el trasero del que se encuentra adelante en espera a que avance algún puesto (se hace una eternidad). A la distancia de tres personas mas adelante se encontraba un personaje que lo llamaremos A, es decir en el puesto nueve de la fila donde yo me encontraba, y como regla divina natural… En todo grupo social existen machos y hembras beta, alfa y omega.

Nuestro personaje A yo diría que en este caso se comportaba como un macho beta, estos personajes en una fila siempre son los que incitan un comportamiento poco habitual e influenciador sobre los demás integrantes del grupo, es decir, sobre los integrantes de las filas. Pasados unos cinco minutos diría yo, nuestro personaje A, el macho beta, comienza su labor. Inicia un comportamiento exaltado y agresivo contra las personas que se acercan a las ventanillas sin hacer fila, entendiendo que solo necesitaban hacer un par de preguntas, el único interés de A es salir rápido de la fila y no permitir que ningún individuo pase por encima de este. Rápidamente A entiende que debe comportarse políticamente para conseguir su objetivo y comienza su campaña protestando y exigiendo que todos tenían que hacer fila sin excepción, reclamaba el respeto por el tiempo de los que estábamos haciendo fila, a este punto varios machos y hembras alfa y omega se sumaron a su “campaña”, a estos personajes los llamaremos A1, A2 y A3. Estos personajes fueron persuadidos por que creían firmemente en que A solo buscaba y reclamaba un “bien particular”. A partir de hay todo fue normal, nadie mas trato de acercarse a las ventanillas sin antes hacer fila, hasta que aparece en la escena un nuevo personaje E.
Por cosas de la vida, o casualidad llamaría yo, el personaje A conocía al nuevo personaje E, este ultimo se encontraba en otra fila y estaba mucho mas cerca de ser atendido en la ventanilla.

A este punto si recordáramos lo que proclaman las constituciones y manuales de convivencia pensaríamos que… “El bien común prima sobre el bien particular”, pero NO.

Nuestro personaje A sin modestia o respeto hacia los personajes A1, A2 y A3 que lo habían apoyado anteriormente en exigir el uso de la fila, se estaba saliendo de esta para entrar en la del personaje E que lo invito a posicionarse adelante suyo.

Todos quedaron viendo un chispero y nadie se atrevió a pronunciar una sola palabra, puedo asegurar que todos se sintieron timados por este personaje y yo, satisfecho por comprobar una vez más mi teoría de que… “El bien particular si prima sobre el bien común”.


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