Recuerdan hace un tiempo la historia de Oscar, un habitante de la calle en Bogota? . . .Para los que no tuvieron la oportunidad de ver el corto reportaje que le hicimos pueden verlo en el siguiente link.
Esta nota no la he publicado para recordarles una vez mas la historia de un indigente en Bogota, realmente la causa de estar publicando esta entrada se debe a mis reflexiones después de recibir una noticia por parte de mi familia que me dejo muy asombrado.
Lo que tal vez no aparece en el video son mis conversaciones con Oscar, en dos oportunidades más después de la grabación, nos reunimos en un parque, cerca de la casa de un familiar donde lo conocí por primer vez, lo que tal vez me conmovió era que nunca había estado en una ciudad, y en su cara sin decir una sola palabra tu podías leerle todos sus sentimientos y tristeza, obviamente no creo que exista persona alguna que sea feliz viviendo en la calle, pero era una persona de edad que contaba solo con un costal para cargar sus bienes de toda la vida, algo de ropa y una que otra cosa que le obsequiaban en los hogares a los que tocaba a la puerta.
Desde el primer momento no dude en darle mi mano para ayudarle (en lo que estaba a mi alcance), se que algunas personas pueden pensar que en este mundo hay oportunidades para todos y cada cual tiene la vida que merece, pero ese no es mi caso, me bastaba con ponerme en el lugar de esta persona para saber lo que se puede sentir no tener un hogar estable, poder alimentarse y poder cubrir sus necesidades básicas, así que le dije que podía verme cada 8 días en un parque de Bogota que me quedaba cerca cada vez que visitara algunos familiares.
Lamentablemente a los siguientes 8 días no pude verlo por falta de tiempo para poderle dar alimentos y ropa, pero le deje la tarea a una amiga que por cierto sabia que por nada del mundo podía dejarlo esperando, pues es una persona como cualquiera de nosotros y merece respeto.
A los siguientes 8 días tuve la fecha muy en cuenta y procure dejar tiempo libre para ir, llegue al parque a las 5 pm y ya estaba hay, me alegro mucho poderlo ver, me contó donde había dormido y lo que había hecho. . . me conmovía escucharle que toda la semana no podía dejar de pensar en que fuera sábado para que nos pudiéramos ver.
Mientras se comía en sanduche de pavo que le lleve, me contó que estaba cansado en la capital y quería regresarse a su pueblo, pues la gente le prestaba mas atención y la vida no era tan dura y fría como en las calles de Bogota, así que le patrocine la idea después de proponerle internarse en un ancianato donde estaríamos visitándolo además de contar con un hogar, agua y alimentos, pero decía que esos lugares son sitios para esperar la muerte y prefería estar libre. Me dijo que ya tenía todo preparado, que le habían ofrecido un lugar para que se pudiera arreglar y poder coger un bus a su pueblo, pensé en darle dinero para que se comprara ropa nueva pero lo dude, así que preferí mandársela a comprar y entregársela a el mismo, pero si le di el dinero del pasaje para que pudiera viajar, me prometió que averiguaría como marcarme a mi teléfono móvil desde su pueblo dentro de los siguientes meses para contarme como le había ido y hasta hay deje de saber de Oscar.
Después de casi 2 meses gracias a algunos familiares volví a saber de Oscar, les contare lo que ha pasado y mis reflexiónes hacerca de lo que sucedio en una nueva entrada.
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