¡Sedientos de éxito!

Hay momentos en que siento que recorrer el Arco iris (la vida) es pasar por entre dos muros con pocos centímetros de distancia el uno del otro, al mirar entre ellos veo una luz muy lejana que marca el final de este estrecho camino. En ocasiones, me hace sentir asfixiado. Me es imposible no permitirme pensar en renunciar a esta aventura, ¿tal vez es el temor? ¿Tal vez es el fracaso?... Trato de hacer de la incertidumbre gotas de oxigeno que refrescan mi lengua sedienta de éxito porque la llegada cada vez se hace más eterna, y las voces no dejan de sonar… unas me invitan a renunciar, otras dicen “esperar” a mi llegada, las pocas que realmente escucho… las oigo venir del corazón.

Cree en ti mismo, solo distinguirás el sabor del éxito después de haber probado el del fracaso.
Camilo Jimenez